

Descripción
Seduce suavemente antes de dar un delicioso azote.
Las colas de terciopelo carmesí caen delicadamente sobre la piel tibia de tu amante, haciendo que sus sentidos salgan gradualmente a la superficie. Adormecidos pero excitados, con la respiración contenida y los ojos oscurecidos por una venda de seda, sientes su nerviosa anticipación pidiendo silenciosamente más. Se produce un momento de silencio, seguido de un satisfactorio silbido mientras las gotas vuelan diabólicamente sobre la piel enrojecida. Un irresistible gemido de sorpresa escapa de sus labios y un tic de todo el cuerpo te permite saber que están listos para otro latigazo. El mango resistente y el lazo para la muñeca te brindan un agarre confiable para encuentros intensos.